Declaratoria No. 2: Epifanía de la calamidad
El fin no ocurre en la forma de un suceso aislado o lineal, imperturbable: Obedece a una causa. El fin es principio, renovación, transformación. Vivimos inmersos en una cadena de terminaciones que conforman nuestra mortalidad, pero también los sueños de inmortalidad. Día a día mueren nuestras células, los años nos arrastran a la vejez y el universo se precipita hacia una conclusión. Todo finaliza, nada escapa a este destino...
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