Declaratoria No. 19: Los gatos bajo la lluvia.
Nos
encontramos de nuevo en la noche, como vampiros de voluntad, como viejos
amigos, como los amantes postergados que seguimos siendo. Te extrañaba.
Extrañaba tu sentido de humor, tu ironía y tu indecencia oculta. Extrañaba tu
cuerpo arrítmico y tu voz profunda. Soñaba con las noches de melancolía y las largas
conversaciones, de besos con sabor a cigarro, de piernas largas, de nalgas
duras y firmes. Contemplaba tu boca, tu
barba, la noción de atemporalidad que nos ocupa durante la madrugada, ese guiño
de felino en la andanza. Amanecí con el conocimiento de saberte ahí, de sorber el nombre primigenio del tedio, de acercarme a tu comienzo por lo menos un
instante. Un instante de perversión. Un instante de ti, de nosotros, de
aquellos que fuimos, de aquellos que seremos, de aquellos que queremos ser.
¿Sabes Gato? Tus dientes dejaron huella.
¿Sabes Gato? Tus dientes dejaron huella.
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