Declaratoria No. 17: Bienvenido.
Todas las puertas llevan a un lugar. Una campana sirve para llamar. ¿A quién llama la campana de una puerta frente el mar? ¿A una embarcación? ¿A mí? ¿A ti? El viento golpea. Las olas se alentan. Pausan. Una figura surge de las aguas, de entre las moléculas del líquido sedimentado, del recuerdo límpido.
La campana resuena. Trae un sonido a metal oxidado, profundo, como castañuelas muertas. También trae consigo un olor a sal, a brisa de la profundidad del mundo. Las olas reanudan, retoman el vaivén.
La campana resuena. Involucra fuerza, vigor, esperanza, alegría, presencia de una fuerza mística y arrebatadora que penetra hasta mis entrañas. Es pura felicidad, pura víscera, puro amor. Eres tú.
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