Declaratoria No. 13: El regreso
Soñé que después de tres años regresabas, como si te hubieras ido de viaje, como si tu ausencia hubiera sido causa de un mal sueño o de una indigestión. En tu caso fue distinto. Regresaste de la muerte.
Así como el polvo que flota en el aire y aterriza en fina capa sobre los muebles, así retornaste. Las partículas coalescieron en tu forma. Se acumularon. Te levantaste. No recordabas los momentos últimos ni el paso por la muerte, escenas que yo tenía grabadas con dolor en mis suspiros.
Platicamos. Reímos. Estuvimos juntos un par de horas, igual que en un paseo corto. Tus carnes de polvo temblaron. Era el fin de esta conversación. Sonreíste para decir adiós, para explicar qué el camino es largo y había que continuarlo. Te escuché decir “hasta siempre” en un siempre que no termina. Te desboronaste en la realidad.
No he despertado. Aún sueño. Aún imagino verte, escucharte. "Luego te alcanzo" repito antes de volver al mundo.
1 comentarios:
muy bonitas palabras, me gustan mucho
eres como esos poetas que antes recitaban en los clubes nocturnos con música de fondo ligera
sigue adelante
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